Tal vez su corazón
La elijo por la intensidad del tono. Me siento en el sillón, abro un poco las piernas. Hundo el dedo en el centro, tal vez su corazón. La cáscara se raja, busco los pliegues apenas despegados. Vuelvo a ver tu cara en la oscuridad de la pieza, cortada por la luz del baño. Los párpados cerrados, la respiración abierta.
Mis dedos van y vienen en un acto
adquirido cuando no tenía memoria, tengo la vista en el televisor sin prender.
Cada pedazo de envoltorio roto me devuelve a la noche, a la ropa arrancada. El
aire se llena de gotas ínfimas, lo puebla la fruta en cada revoleo de corteza,
en cada desgarro. Pienso que te habrás quedado en mi cama, en los restos de
células perdidas en las sobadas y las caricias suaves también, en los vapores
reventados y luego llovidos, porque todo baja y cae. Se impregnan los hechos.
Entré a la pieza varias veces
ayer, respiré, me senté en la cama, dormí donde te acostaste. Quise retener los
sucesos chicos, como cuando me acomodaste el pelo atrás de la oreja en un
impulso distraído, o los más profundos, como cuando largaste ese cúmulo de
palabras, una tras otra, sin piedad, formando un canto, un decreto, un portal
intangible, o un tejido que será un tapiz abandonado, o un cuadro infinito
donde supe que no iba a encontrarme jamás, por más que busque o grite o llore o
me conforme y sonría.
Los hilos blancos necesitan
suavidad para que no se corten. Desnudo cada gajo con la pinza de mis manos
mientras separo dos. Como son chicos me los llevo juntos a la boca, vuelvo a
verte. Te mordés el labio, atravesás el techo de mi casa baja mirando el cielo,
desdoblándote. Vas y venís, me agarrás y me llevás a ese lugar del que no puedo
volver, donde sufro y lloro de éxtasis por haberlo conocido, tal vez sea mi
centro, y después me dejás sola.
Muerdo la pulpa, mi lengua
revuelve, acomoda los sabores. La acidez da paso al dulzor, devuelvo unas
semillas. Como sin enterarme, me asombro de que solo quede un gajo. Tiro las
cáscaras en el patio, abajo del durazno seco. Abro las ventanas para ventilar
la casa.
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